El final de este año de la categoría Mundial Youth probablemente haya sido uno de los más dramáticos y épicos que se recuerden. Una última jornada llena de caídas, averías, barro, filtros empapados y motos sin gasolina… Momentos de máxima tensión que dieron paso a la alegría y las emociones para Sergio Navarro, nuevo Campeón del Mundo de Enduro Youth.

Hace dos años, mientras el equipo Júnior de la RFME entrenaba en las instalaciones ‘Twenty Five Training Camp’ de Iván Cervantes, recordamos que el padre de seleccionador nos dijo “si no se tuerce nada, ahí está un futuro Campeón del Mundo de Enduro” señalando a Sergio Navarro mientras este pasaba por delante nuestro en la crono.

No se equivocó en lo de Campeón, aunque sí en que las cosas podían torcerse, y de qué manera, para él en una última jornada del Campeonato del Mundo de Enduro 2020 frénetica, en la que Sergio Navarro pasó tantas veces del cielo al infierno, que acabó por descontarse. Una historia épica que, a pesar de contar con todos los elementos de un drama, tuvo un final feliz, con el joven piloto andaluz conquistando su primer título mundial.

 

 

 

 

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¿Cómo sienta coronarse Campeón del Mundo? 

- Sergio Navarro: “Después de tantos años de sacrificios creo que aún no he acabado de asimilar que haya ganado el Campeonato del Mundo. Es un sueño hecho realidad. Aún me cuesta creerlo. Estos días tras el GP de Portugal, he mirado de desconectar y descansar un poco".

"Estoy muy contento, por mí y también mi familia después de tantos años luchando por ello. La moto era nuestra. Mi padre lo había preparado todo: suspensiones, motor… Por eso estoy tan orgulloso. Es un trabajo hecho, en familia. Somos como una piña”.

Llegaste al último GP de Portugal como segundo clasificado, con 11 puntos de desventaja respecto a Jed Etchells, líder prácticamente durante toda la temporada… No tenías nada fácil conquistar el Mundial.

- “La semana anterior, en Marco de Canaveses, quería ganar las dos jornadas para poder acercarme a él en la clasificación, pero fallé en la segunda vuelta y acabé ambos días segundo. Así que, en el último Gran Premio, como estaba un poco lejos, cambié mi la mentalidad y salí a disfrutar. Y tras ver el resultado, creo que fue la clave".

"El primer día, sin nervios ni presión, me salió perfecto. Mientras que Jed creo que fue a conservar y se encontró con la sorpresa de que Claudio Spanu y mi hermano Alejandro se colaron por delante. Acabó cuarto y eso lo puso nervioso. Entonces llegó el domingo, donde yo volvía a tener opciones al título, ya que sólo estaba a 4 puntos”.

El día de la verdad, un todo o nada que acabó siendo una jornada de infarto. 

- “Para mi fue como una película, si le cuentas a alguien todo lo que pasó, estoy seguro de que no se lo cree… (risas). Cuando salí del Cross Test [N.R: segunda especial del día], no sabía que a Etchells le había pasado algo en la moto ni que estaba parado. Así que iba por el rally pensando en el Mundial, con la cabeza en otro lado, y tuve una caída bastante gorda. Doble el manillar, rompí la caña del gas…" 

"En realidad pensé que allí ya se había acabado todo. Hice el tramo con sólo tres centímetros de gas, tenía que coger el cable con el dedo y me sacaron 40 segundos. Fue entonces cuando me dijeron que Etchells había tenido problemas, sólo necesitaba 4 puntos más que él para ganar".

"Aunque consiguieron repararle la moto y pudo continuar, iba último de la categoría,. Sin embargo, había habido varios abandonos, por lo que yo tenía que quedar lo más adelante posible. A esas alturas de carrera, me puse tercero y entonces era Campeón”.

Sí, pero en la última vuelta pasó de todo y más según nos han contado.

- “Entonces llegamos al Cross Test, estaba muy mal por la lluvia. Embarrado. Y al pasar el río, me indicaron mal, y me quedé en una rodera ¡con la moto hasta arriba de agua!".

"Tuve que escurrir el filtro del agua en medio de la especial, poner la moto boca arriba y probarlo todo mientras veía como mis rivales iban pasando, pero al final tuve la suerte de que mi moto arrancó y pude acabar el Cross Test. Eso sí, el primero me había sacado dos minutos cuarenta, ¡una barbaridad!. En aquel momento ya me hice a la idea de que había perdido el campeonato”.

Aún quedaba una última especial que tuvo un desenlace inesperado.

- “Llegué al último Enduro Test sexto, a 17 segundos del quinto. Si la carrera hubiera acabado así, habríamos quedado empatados a puntos con Etchell, pero habría ganado él por mayor número de victorias. Fantic intentó que se cancelará la última crono porque había gente que se estaba quedando sin gasolina".

"Además, entre Etchells y yo, había uno de sus compañeros de equipo que lo dejó pasar para que así pudiera sumar los puntos necesarios para ganar el título. Así que sólo me quedaba darlo todo en el último tramo y ver qué pasaba. Le saqué un minuto al quinto de la general y el que iba cuarto se quedó sin gasolina, con lo que finalmente acabé cuarto. Etchells fue noveno y gané el Campeonato del Mundo.

Alguien dijo durante las celebraciones que “habías gastado todos tus comodines” este último fin de semana.

- “(Risas) Sí, todos. Cuando estaba terminado y vi que, a cinco curvas del final, uno de los pilotos que iba por delante mío en la general, estaba parado, me di cuenta que ganaba el Mundial. Al final, todo había pasado de torcerse por completo a enderezarse de nuevo y salir bien”. 

Como una montaña rusa de emociones.

- “Fue de película. No me había ocurrido nada en todo el año y el último día me pasó de todo. Cuando me dijeron que había conseguido el título fue una alegría inmensa, estaba muy contento, porque había sido un día muy complicado en el que mi hermano se había roto la pierna y yo no tenía la cabeza en la carrera".

"Además el día antes mi mochilero se había caído y mi moto de entrenamientos había quedado destrozada. Fue un fin de semana muy, muy, muy complicado que recordaré durante toda la vida”.

Con tantos nervios no es extraño que al final aflorasen las emociones… Iván y tú os fundisteis en un abrazo. 

- “¡Fue demasiado! A Iván casi le da un ataque de corazón (risas). Me dijo que jamás había vivido un final de campeonato tan duro como este. Vaya tela. Se harto a llorar. Después de llevar casi todo el día ganando, en verdad, en la última crono lo teníamos casi todo perdido. Además llevábamos años intentándolo, haciendo muchos sacrificios, con lesiones, recuperaciones… Hubo emociones por parte de Iván, de mis padres y de todo el equipo. Fue un sueño”. 

Un final increíble para una temporada difícil deportivamente hablando, no sólo por el Covid.

- “Sí, la verdad es que para mí, de todos los años que llevo corriendo, este ha sido el más complicado por dos factores. El primero es que he hecho el Mundial y el Campeonato de España con motos diferentes, con una Husqvarna 125 de dos tiempos y una KTM 250 de cuatro. Son dos motos completamente diferentes. Una lleva bieletas y la otra PDS, tiene distintos motores y se comportan diferente".

"Y el otro factor es que llevo dos años arrastrando una lesión en el hombro de la que tenía que operarme y al final pude. Debido a ella, tengo menos fuerza en un brazo que en otro. Lo había llevado en secreto porque no quería que fuera una excusa, ni dar pistas, sin embargo ahora ya podré operarme y solucionarlo".

"Ha sido difícil saltar de una moto a la otra, porque por ejemplo, sólo dos semanas después del Enduro de Infiesto [tercera prueba del Nacional] tuve que volver a adaptarme de nuevo a la 125, y esos cambios han sido complicados. Un calvario. Además nos hemos enfrontado a rivales muy fuertes, aunque al final todo ha salido bien”.

¿Con cuál de ellas te sientes mejor?

- “Ahora mismo, con la que mejor me siento es con la 125, porque es una moto con la que llevo muchos años y con la que he disfrutado mucho. En cambio, este es mi primer año con la 250 de cuatro tiempos. Me he tenido que adaptar a ella y es una moto para la que necesitas mucho más físico, necesito un poco más de tiempo para adaptarme bien”.

¿Qué planes tienes para el año que viene?

- “Antes de cerrar el año, disputar la última prueba del Campeonato de España de Enduro en Manresa y luego operarme. Y de cara al año que viene, lo mismo que este, correr el Mundial y el Nacional, el primero ya en categoría Júnior. Aunque aún no sé si será en Júnior 1 o 2 ni con qué moto”. 

Agrada ver la complicidad y la implicación de Iván Cervantes con todo el equipo júnior de la RFME.

- “La verdad es que es muy buena. Él ha ganado cinco campeonatos y siempre nos aconseja para mejorar los tiempos. El equipo de la RFME es como una familia. El año pasado corrí sin presión, sin embargo este fui yo mismo quien me puse como reto tratar de ir a por el título Youth".

"Tengo que agradecerle mucho a Iván, en primer lugar por haber confiado en mí para correr el Mundial, y luego por todos los consejos que nos ha dado y como nos trata como seleccionador”.   

Fotos: Andrea Belluschi + Nicki Martínez | Enduro21.com