La posibilidad de competir con eléctricas junto a motos convencionales de enduro sigue siendo un reto complicado para los pilotos, ya que no todos los organizadores de campeonatos y carreras permiten la participación de estas en sus carreras en la categoría Open, abierta en teoría para todas.

Para el piloto oficial de Stark VARG, Eddie Karlsson, esto sigue siendo un problema que enfrenta con aplomo, compitiendo donde se lo permiten, ya sea en carreras del nacional de hard enduro en Suecia conocido como ‘Battle of the Vikings’ o, como hizo el pasado fin de semana pasado en Estonia, esta vez en el I’Do Hard Enduro.

Además de ser muy fans de Eddie y de lo que es capaz de hacer en una moto – te recomendamos que eches un vistazo a sus redes sociales – estamos ansiosos por ver cómo se las apaña la VARG cuando compite en una misma pista con motos de gasolina.

El fin de semana pasado en Estonia, Karlsson participó en el sprint clasificatoria y la carrera final de 1h30m, llevándose la victoria en una carrera donde irónicamente fue premiado con un trofeo con la forma del cilindro y pistón de una dos tiempos...

El sábado, la ronda de clasificación fue una carrera de sprint de 33 km que vio a Karlsson comenzar con un 97% de batería, navegando por un recorrido rápido y a campo abierto, y terminando con solo un 7% de batería restante.

La segunda sesión clasificatoria fue el domingo, con una prueba más extrema que consistió en una hora y media de carrera por empinadas subidas y bajadas entre colinas. Karlsson comenzó esta con su VARG al 96% de batería y terminó con un 32% restante, asegurándose un puesto en la final.

El trazado de la final, como era de esperar, fue aún mucho más desafiante, lleno con subidas extremas adicionales, donde Karlsson se anotó de nuevo la victoria, apuntando tras ella que, a pesar de que la moto se comportó de forma excelentemente en general, echó de menos un embrague en las partes más técnicas del recorrido.

Es interesante cómo la falta de embrague parece ser un elemento clave, como ya sabemos, ya que todos estamos acostumbrados a dosificar la potencia a la rueda trasera en los pasos más técnicos ayudándonos de la maneta de embrague. Lo que se está volviendo cada vez más claro a medida que pasa el tiempo es que la VARG puede hacer este tipo de carreras y que, de un u otro modo, está demostrando que la autonomía de su batería se adapta a la perfección en carreras donde no se requiere del uso de tanta potencia ni acelerar constantemente.

Fotos: Stark Future + I’Do Hard Enduro