Liderando la revolución de los españoles en la disciplina bajo techo, Marc Fernández se ha proclamado Campeón del Mundo Júnior de SuperEnduro FIM 2025 en la última ronda disputada en Francia, poniendo el broche de oro a una temporada espectacular. En Enduro21, nos sentamos con el piloto del TTR Squadra Corse para conocer más sobre su gran año.  

El piloto de La Juncosa del Montmell, Tarragona, ha demostrado cómo se gana un mundial en esta categoría: con madurez y constancia en una disciplina tan técnica y explosiva como el SuperEnduro. En una clase júnior donde la agresividad y la intensidad están a la orden del día, Fernández brilló por encima del resto a lo largo de toda la temporada, cerrando el campeonato con una victoria cargada de emoción.  

A pesar de sus 21 años, Marc ya cuenta con una sólida trayectoria y ha seguido un camino hacia la cima marcado por su consistencia, una de sus mayores fortalezas como piloto. 

Su andadura comenzó en el Hard Enduro, entrenando sin competir hasta 2021, cuando debutó en el Campeonato de España. Un año después, su talento le llevó a conquistar el título nacional júnior, lo que le permitió entrenar con figuras como Alfredo Gómez y competir contra nombres como Mario Román.  

Desde entonces, ha progresado en la categoría Sénior del CEHE, consolidándose como una de las grandes promesas del paddock y logrando varios podios antes de su consagración en el Mundial.  

En esta entrevista, hablamos con Marc sobre su soñada temporada indoor, su fichaje por el equipo TTR Squadra Corse (que suma ya tres títulos júnior consecutivos) y su estrecha relación con Xavi León, su hombre de confianza en las carreras.

¡Antes que nada, enhorabuena, Marc! Te has ganado este título con creces, logrando 8 victorias en 21 mangas y sin bajar del podio. 

Marc Fernández: “La verdad es que nos preparamos muy bien en la pretemporada, aunque uno nunca espera ganar un mundial de esta manera.  

Desde la primera carrera me di cuenta de que era de los pilotos más fuertes y que los demás cometían muchos errores. Gracias al hard enduro, he tenido esa constancia y tranquilidad que, al final de cada carrera, me ayudaban. Veía los fallos de los demás mientras yo seguía a mi ritmo, sin caerme.  

Después de darme cuenta de eso, todo fue rodado. Pude estar en el podio en todas las carreras y, en el segundo GP, conseguí la placa de líder sin soltarla hasta el final.  

Todo ha ido perfecto. La moto no ha tenido fallos en ninguna carrera y ha sido impecable, consiguiendo dos victorias de Gran Premio, cuatro segundos puestos y un tercero”.

La categoría júnior son a veces como una montaña rusa. 

“Sí, totalmente. Cuando terminó el campeonato y analicé la temporada, me di cuenta de que soy el único piloto que también compite en hard enduro. Los demás vienen del motocross, son más rápidos, más agresivos, más explosivos en carrera.  

Y creo que ahí estuvo la diferencia, porque ellos salían muy fuerte, a tope, tanto que acababan cometiendo errores.  

Yo, aunque quizás no era el más rápido, a pesar de haber conseguido alguna pole, simplemente me mantenía en mis tiempos en cada vuelta, con las mismas trazadas, mientras ellos, poco a poco, iban cayendo. Así de simple: la clave ha sido la constancia”.

Llegaste al último GP en Liévin con una sólida ventaja y los deberes casi hechos…  

“Sí, como dices, en la carrera de Newcastle sabía que tenía que hacer las cosas bien y terminar por delante de mi principal rival, Milan [Schmüser], para poder rodar tranquilo en la última carrera en Francia. Y así lo hice.  

Creo que ahí fue donde realmente sentencié el Mundial. En realidad, lo gané en Gran Bretaña, no en Liévin. En Francia lo tenía todo a favor, solo necesitaba acabar octavo en todas las mangas, incluso si Milan lo ganaba todo”. 

Aun así, la posibilidad de ganar mi primer título hizo que los minutos previos a la carrera se hicieran eternos. Fue el día más largo de mi vida. Estaba súper nervioso, tratando de gestionar toda esa excitación y mantener la calma. 

En la parrilla de salida, estaba prácticamente temblando. Y en las últimas vueltas, cuando ya sabía que podía ganar el campeonato, casi ni me acordaba de cómo pilotar.  Me decía a mí mismo: ‘Pero ¿qué estás haciendo? ¡Concéntrate!’ [risas]. Sin embargo, al final todo salió bien. Súper contento de haber ganado el campeonato llevándome la segunda manga”.

¿Cuál fue la sensación al cruzar la bandera a cuadros?  

“¡Fue increíble, como quitarte un peso gigante de encima! Más que nada, era la presión que uno mismo se pone. Es una sensación de felicidad enorme, como cumplir un sueño. Sabes que hay mucha gente que lo intenta, pero solo unos pocos lo consiguen.  

Es difícil de explicar, de hecho, todavía lo estoy asimilando, pero en ese momento lo único que pensé fue: ‘Buff, ya está hecho. Ahora puedes relajarte’. Así es como mejor lo puedo describir…”

En la tercera y última manga, ya sin presión, terminaste segundo… Una buena manera de acabar el año. 

“Sí, entonces ya salí simplemente a disfrutar y a cerrar el campeonato subiendo al podio en todas las carreras. No quise tomar ningún riesgo, solo vivir el momento y pasármelo bien. Aun así, acabé segundo, así que ¡ni tan mal! La verdad es que muy contento”.

Corres con el TTR Squadra Corse, una fábrica de campeones.

 “Cuando dejé la estructura de Alfredo, tuve que correr como privado y siempre me había fijado en este equipo italiano en el paddock, porque me parecía el mejor y veía que trabajaban súper bien. Les pregunté si podía correr con su apoyo, sin ser piloto oficial, solo para que me ayudaran. 

Después de ese año, hablamos y acordamos que este 2025 correría el Mundial ya como parte oficial de su estructura, en la categoría Júnior del Mundial de SuperEnduro”.

¿Cómo habéis adaptado la moto a tu estilo?  

“He corrido con una Husqvarna TE 300 2025, una TBI de inyección electrónica. Partimos de una moto de serie y el equipo me ha ayudado a evolucionarla, probando cosas y entrenando, cambiando un montón de cosas… si te las cuento, tendría que matarte [risas].  

De la moto de serie ya no queda nada. Son muy profesionales y me han ayudado muchísimo. Saben perfectamente lo que hacen, y los títulos mundiales que han conseguido así lo demuestran.  

La verdad es que la moto es una pasada. Nunca había probado algo así y la diferencia se nota muchísimo. Es una moto realmente buena”.  

¿Los cambios se han orientado a suspensiones y motor?

“En realidad, todo: suspensiones, motor, chasis, ruedas, tijas… Lo cambiamos prácticamente todo, no queda nada de serie”.

Xavi León te ha acompañado durante todo el año ¿Qué papel ha jugado él en tu éxito? 

“Xavi para mí siempre ha sido como un hermano mayor. Somos uña y carne dentro y fuera de la pista.  

Aproveché nuestra amistad, sabiendo que era campeón de Europa y que este año no iba a competir, además de que en lo suyo siempre ha sido de los mejores, para proponerle que me acompañara al SuperEnduro como una especie de mánager o como quieras llamarlo, para echarme una mano”.

¿Cómo hombre de confianza? 

“Sí, y la verdad es que no tengo suficientes palabras para agradecérselo. Me ha ayudado muchísimo, tanto a nivel psicológico como técnico. Gracias a su experiencia, siempre me ha sabido guiar y ayudar a encontrar nuevas trazadas. Me ha aportado muchísimo.  

La verdad es que todo ha ido muy bien. Solo tengo palabras buenas para él. Desde que lo conocí, no ha hecho más que ayudarme en todo”.

¿Cuáles son tus planes ahora? ¿Empezar la campaña de Hard Enduro y dar el salto a Prestige el año que viene en el SuperEnduro?  

“A ver, ahora mismo el Campeonato del Mundo de Hard Enduro está en el aire porque nadie sabe exactamente qué está pasando ni si habrá campeonato o no. Todos estamos esperando a ver qué dice finalmente la FIM.  

Lo que sí es seguro es que correré las carreras que quedan del Campeonato de España de Hard Enduro. Y si finalmente hay un Campeonato en Europa, quizá también lo hagamos… Pero, de momento, lo único que puedo confirmar es lo que queda del Nacional, ya que la primera en Málaga no la corrí”.

De cara al año que viene, ¿estás obligado a dar el salto a Prestige?  

“En teoría, hasta ahora era obligatorio subir a Prestige, pero creo que han cambiado la norma. De todas maneras, voy a dar el salto igualmente, seguramente con el mismo equipo, que es lo que me gustaría.  

Es la evolución más natural y no quiero quedarme estancado en la misma categoría. Quiero seguir mejorando”.

¿Ves futuro en el SuperEnduro?  

“Sí, de hecho, creo que de las dos disciplinas en las que compito [N.R: Hard Enduro y SuperEnduro], ésta es la que más futuro tiene, porque a nivel de espectáculo no hay nada igual. En el aspecto mediático, el hecho de que se pueda ver en directo por streaming, la cobertura en vídeos y todo el contenido que genera, lo hace mucho más atractivo.  

Por desgracia, el Hard Enduro no está pasando por su mejor momento. Creo que todavía tienen que cambiar muchas cosas para que pueda seguir adelante, porque la realidad es que ahora mismo está en una situación muy complicada y lleva así varios años.  

Los pilotos, creo que solo cuatro o como mucho cinco están ganando dinero, y tampoco es que sea ninguna maravilla. El resto, perdemos dinero cada año. Yo, por lo menos, y conozco a muchos que están en la misma situación. Así que no lo sé, tienen que cambiar muchas cosas con todo lo que está pasando. Ya veremos qué depara el futuro para este deporte”.

Fotos: Andrea Belluschi | Future7Media