Entrevista: Daniel Sanders – “Quiero ser el tipo que cambió el rally”
Enduro21 charla con Daniel Sanders, flamante Campeón del Mundo FIM de Rally-Raid 2025 y ganador del Dakar, un piloto que no solo está en lo más alto, sino que asegura haber sido clave en el cambio de rumbo del equipo KTM Rally.
Parece que fue hace una eternidad cuando aquel australiano de cara aniñada y melena rubia con pinta de “surfer” irrumpió en la escena mundial a mediados de la década de 2010. Daniel Sanders empezó a hacerse notar ganando trofeos y títulos de categoría en los ISDE —incluido E3 con la 300 2T— hasta coronarse con una victoria individual absoluta sobre la imponente Husqvarna 500 4T. Desde entonces, todos empezaron a fijarse en él.
Como tantos otros pilotos fuera de la órbita del enduro europeo, el salto al Mundial fue un choque de realidades para Sanders y su etapa en el Campeonato del Mundo de Enduro fue breve.
De vuelta a casa, Chucky regresó por la puerta grande: se hizo con varios títulos del campeonato australiano de enduro y victorias en las grandes clásicas de desierto en rally-raid, además de jugar un papel importante en el equipo ‘aussie’ de World Trophy masculino en los ISDE, coronado con la victoria absoluta en la edición de 2019.
El Covid llegó de forma inesperada tras las especiales a fondo de aquellos ISDE en Portugal (y en Chile el año anterior), donde su dominio con la Husky 500 volvió a ponerlo en el radar del departamento de carreras del “grupo” KTM. Fue entonces cuando le ofrecieron una 450 Rally para debutar como ‘rookie’ en 2020.
Desde entonces, Sanders ha recorrido un largo camino en muy poco tiempo en el mundo de los rally-raids. Arropado por auténticos pesos pesados y multicampeones del Dakar como Toby Price, Sam Sunderland o Kevin Benavides, no tardó en consolidarse como un serio aspirante a ganar etapas… y también carreras.
Dos lesiones de consideración —una en el codo y otra en la pierna— frenaron su progresión durante un tiempo, hasta que llegó el final de 2024 y la temporada 2025 del Mundial FIM de Rally-Raid, donde simplemente lo ha arrasado: victorias en todas las carreras, incluido el Dakar, y un título mundial bajo el brazo.
En Enduro21 hablamos con Chucky para entender mejor cómo es la vida dentro del rally, su transición desde el enduro y qué hay detrás de esta racha imparable de victorias en etapas y carreras que lo ha llevado directo hasta la corona del Mundial FIM de Rally-Raid 2025.
Daniel, ha pasado un tiempo. No vamos a muchos rallies, aunque parece que las cosas no van nada mal, ¿eh?
Daniel Sanders: “Sí, va bastante bien [risas con la típica sonrisa de Chucky]. No estoy roto, que ya es algo, pero hemos entrenado duro y trabajado en la moto, aprendido la disciplina del rally y todo está saliendo según lo planeado.”
Cuéntanos un poco sobre ese desarrollo de la moto, porque parece que has conectado con ella.
“Supongo que diseñamos la moto para que fuera lo que necesitábamos que fuera, básicamente. Hubo mucho desarrollo que fue en la dirección equivocada, con comentarios erróneos de los pilotos, y simplemente le dimos la vuelta y fuimos en la dirección correcta”.
“El año pasado algunos de los pilotos veteranos se apartaron y el equipo se hizo más pequeño, y de alguna forma recayó en mí porque mis compañeros de equipo en ese momento estaban lesionados, y prácticamente pude diseñar la moto que yo quería.
Probablemente eso sea lo mejor, para ser honesto. Antes teníamos un equipo de siete pilotos y ahora somos tres, y en el departamento de motorsport de KTM apretaron un interruptor, vieron los resultados del año anterior en el Dakar 2024 [cuando ganó Honda] y dijeron: ‘tenemos que darle la vuelta a esto’.
Y eso fue lo que pasó, ya sabes, tuvimos ese año entero o unos ocho meses trabajando en una moto completamente nueva y en actualizar piezas, y trabajamos duro.”
¿Cuánto de eso fue desarrollo de KTM y cuánto fue cuestión tuya, de ajustar tu configuración al rally?
“Para ser honesto, incluso teniendo en cuenta las lesiones, los primeros años estuve rodando al 60%. Yo sabía en qué punto estaba con mi pilotaje. Cuando gané mi primera prueba en Sonora, en México, todo el mundo estaba contento y yo también, estaba pilotando bien.
Pero no estaba yendo al máximo. Diría que estaba al 60% y sabía que tenía mucho más potencial.
El equipo me decía: ‘acabas de ganar la carrera’ y me alegraba por el equipo y todos, pero aún necesitábamos mejorar y yo sabía que no estaba pilotando al máximo, sabía que algo me estaba frenando.
Era confuso, porque ese año todos lo hicieron bien, ganaron el campeonato del mundo, hicieron 1, 2, 3 en el Dakar".
Pero no fue fácil y, como es bien sabido, también hubo muchas caídas y pilotos lesionados.
"Yo solo quería ser feliz montando en moto y pasármelo bien haciendo mi trabajo, y estaba teniendo demasiados momentos de susto.
En el Dakar no puedes tener esos sustos, no puedes correr al máximo si no tienes confianza.
Al final, alguien como Sammy [Sunderland] dejó de correr porque perdió la confianza en la moto, y no fue el único en tener tantas caídas y momentos críticos. Sammy llegó a un punto en su carrera donde se preguntaba: ‘¿Sigo apretando y asumo más riesgos?’ o ¿me bajo mientras aún estoy sano?
Tuvo un pedazo de carrera, y es totalmente comprensible.”
Entonces, ¿no se trataba solo de que las etapas de rally fueran peligrosas o de que el deporte se estuviera volviendo demasiado rápido, sino de hacer que la moto fuera más pilotable?
“Solo necesitábamos pulir muchas cosas. Yo diría que la moto era un 70% diferente a la antigua al final. Lo sabía perfectamente porque todavía tenía la antigua moto de carreras en casa para entrenar y la usaba como referencia.
Sabía cuánto más cómodo me sentía con la nueva moto.
También pude traer a mi técnico de suspensiones, el que usaba en enduro en casa, y ayudó muchísimo. Definitivamente nos encaminó en la dirección correcta.”
¿Fue duro para ti llegar a un equipo con tantos pilotos ya establecidos y con experiencia, y hacerte un sitio?
“Sentí que, en mi primer año, como novato, no iba a llegar y empezar a imponerme demasiado. Solo quieres absorberlo todo, aprender qué es el rally, ver de qué va y entender la disciplina.
Y también el ritmo qué necesitas en una moto y aprender contra qué te enfrentas. Solo quieres mantener la calma y absorberlo todo.”
Pero después de esa primera temporada pensé: vale, estoy aquí para ganar y necesito luchar por tener la mejor moto y el mejor equipo a mi alrededor para lograr el mejor resultado. Ya lo hice en enduro, he estado en varios equipos, he sido feliz y los resultados llegan cuando estás rodeado de buena gente.
Y cuando llegué al rally, sabía en el fondo que, mientras tuviera a las personas adecuadas detrás de mí en el equipo, podía salir ahí y ser el mejor.
Así que todo se trataba de reconstruir, generar confianza y rodearte de la gente adecuada que crea en ti para luego salir y hacer lo que sé hacer.
Eso fue importante y llevó un par de años, pero el año pasado fue el gran punto de inflexión con KTM, con todo lo que estaba pasando en la empresa.
Pero cuando dijeron: ‘vale, vamos a hacer de nuevo la mejor moto’, trabajaron duro para solucionar los problemas.”
Entonces, a nivel básico, ¿qué era lo que necesitaba arreglarse?
“Supongo que simplemente necesitábamos estabilidad allá afuera en el desierto, así que trabajamos en conseguir eso y en volver a obtener una buena potencia. Eso, y meter a mi técnico de suspensiones en WP, él fue una gran parte de todo esto.
Conseguimos cuatro de cuatro victorias con esa configuración y dominar así da muy buenas sensaciones para el equipo y para mí. Cuando crees en ti mismo de esa forma y logras que te escuchen, fue genial ver que todos me escucharon y que todo dependía de mí, de mis comentarios y todo eso.Y luego salir ahí, rendir así y conseguir los resultados… es como un final perfecto.
Es increíble el ambiente ahora, y el equipo cambió con la llegada de Luciano y Edgar. Todos están contentos y seguimos trabajando, haciendo pequeños cambios de vez en cuando, seguimos mejorando, pero tenemos una base realmente buena. Todo el mundo está feliz.”
Parece que estás disfrutando al montar y competir, incluso siendo un deporte tan duro.
“Estoy disfrutando montar todos los días, es muy agradable pilotar.
Es divertido, y como ya no tengo que estar concentrado en lo negativo de la moto antigua, puedo centrarme en el roadbook y simplemente correr rápido.
Cuando tienes el mejor equipo bajo tus pies, simplemente haces lo que sabes hacer, y todo sale más fácil.”
¿Más fácil de lo que esperabas? ¿O ya esperabas tener controlada a la competencia en las carreras como parece que ocurre?
“Creo que sí, pero siento que estoy entre los más preparados allá afuera, por mis habilidades y experiencia previa.
Estaba en lo más alto del enduro antes de pasarme al rally, y siento que tengo una base técnica muy buena, mientras que los demás están como más centrados solo en el rally o en un solo deporte.
Sentía que podía elevar mi nivel que tenía en el enduro, con mi experiencia en diferentes tipos de carreras, algo de desierto… Siento que he tenido una buena formación. Solo necesitaba aprender a leer el roadbook para ir rápido, y entonces sentí que podía armar el paquete perfecto como piloto de rally.”
¿Fue un pequeño choque cultural entonces? Motos grandes, más velocidad... ¿Cambiaste algo cuando llegaste?
“Cuando llegué por primera vez, sentí que el rally era como una salida rápida por senderos... y a mí no me interesan las salidas por senderos.
Yo quería ir a ritmo de cross-country en todas partes, tan rápido como pudiera, todos los días. Si vas detrás, necesitas recuperar tiempo, y si vas delante, tienes que ir rápido para mantenerte ahí. Así que vamos a tope cada día, todo el tiempo.”
No es tan fácil encadenar una racha como la tuya, la competencia no es precisamente floja, así que dominar así no es lo normal.
“Lograr este tipo de actuaciones, conseguir estos resultados, es una locura.
En cualquier otro año, un piloto de rally puede ganar una ronda o dos, algo así, como una vez al año. Siempre va cambiando, así que dominar de esta manera es una sensación muy guay.
Pero todo es fruto del trabajo duro y no pasa de la noche a la mañana. Son muchos años. Llevo compitiendo 10 años como profesional, así que tener toda esa experiencia de todo lo que he hecho por el mundo, aprendiendo de gente en diferentes deportes también, pilotos de motocross y supercross, aprendiendo cómo trabajan esos tipos y cómo trabajan los europeos, entrenando con ellos, haciendo distintas disciplinas...
Y luego entender la suspensión, los motores, la entrega de potencia, desde dos tiempos a cuatro tiempos... todo eso se junta y crea el paquete perfecto.
La cosa es que en rally necesitas todo eso, porque cada día es diferente.”
¿Sientes entonces que todo lo que hiciste antes te ha llevado hasta esto, o te parece que el enduro fue una parte de tu carrera y esto es una segunda etapa?
“Tu carrera cambia y te adaptas, pero hice de todo en el enduro, gané carreras en el desierto y, obviamente, gané los Seis Días, así que es como que ya había tachado todas las casillas.
No quería volver al EnduroGP porque simplemente no me gustaba el estilo de vida en Europa ni hacia dónde iba el campeonato.
Y luego con el COVID no pasaba nada en casa, así que iba a hacer el GNCC o rallies, y surgió esa oportunidad en el rally.”
Imaginamos que fue una etapa de cambio también, ¿pero lo disfrutaste desde el principio?
“No pensé que lo disfrutaría tanto como lo hice. En serio, no lo pensé, porque odio salir de paseo en moto... no me gusta ir dando vueltas tranquilo ni ir despacio.
Me gustan los sprints, las mangas de motocross, y luchar contra el crono. Empujar, empujar, empujar de principio a fin.
Y el rally no era así, y no sabía si me iba a gustar porque no era correr a fondo todo el rato. El más rápido no siempre gana tampoco.
Sabía que tenía que aprender a leer el roadbook y entonces podría rodar tan rápido como sé hacerlo.
Y ahora que ya tengo ese ritmo, es divertido.
Es un reto ver lo rápido que puedo ir. Abrir pista con el roadbook y aun así ir más rápido que los que vienen detrás… eso para mí ya es como ganar.”
Eso no pasaba antes, o casi nunca.
“No. Cuando empecé a entrenar con Jordi Viladoms [ex piloto del Dakar con KTM, que sigue siendo parte del equipo y también entrena a los pilotos en navegación y roadbook], y él nos enseñaba a leer el roadbook, yo dije que quería cambiar el rally.
Quiero competir, ser el tipo que gana saliendo desde delante. No se puede hacer todos los días en las dunas, es imposible. Pero quería hacer algo nuevo y afrontar el reto de competir durante 14 días, durante tantas horas cada día. Esa es la dificultad de los Seis Días: duros y exigentes.
Y ahora son 14 días. Eso de levantarte a las 4 de la mañana no es divertido, pero también forma parte del desafío, es poner a prueba tu mente, tu cuerpo, todo… y eso te hace más fuerte.
Y me encanta ese reto.”
Fotos: A.S.O. Edo Photo + Marcin Kin + Future7Media