Entrevista a Josep García: el campeón de EnduroGP habla de su debut en SuperEnduro, el Dakar y su mentalidad ganadora
Doble campeón del mundo de EnduroGP y E1, Josep García vive uno de los mejores momentos de su carrera, disfrutando de su KTM 250 EXC-F y convirtiendo equilibrio personal en victorias. En Enduro21 hablamos en exclusiva con el piloto del Red Bull KTM Factory Racing sobre su temporada, su debut en el SuperEnduro y un posible salto al Rally Dakar en el futuro.
Recién coronado por segundo año consecutivo como campeón del mundo de EnduroGP y E1, el piloto de Súria asegura estar en su mejor momento tanto dentro como fuera de las especiales. Las lesiones que antes le robaban el sueño del título absoluto ya forman parte del pasado y, con un entorno muy sólido y más calma interior, Josep confiesa que disfruta como nunca de su moto, del enduro, de las carreras… y también de la vida en general.
El cambio de hace tres años a la KTM 250 EXC-F 4T supuso un doble reto: vuelta a E1 y desarrollo de un nuevo modelo hasta convertirlo en el cohete con el que gana la scratch. Para ello, tuvo que adaptar su seimpre agresivo estilo de pilotaje y hacer un cambio de chip, buscando ese equilibrio entre el hambre de victoria y la gestión inteligente de las carreras. La temporada no ha sido precisamente un camino de rosas, con una lesión antes del Mundial y caídas importantes en Oliana y Darfo, pero ahí ha emergido la versión más madura de García, tirando de cabeza, de equipo y de confianza para mantenerse siempre en la lucha.
Con siete títulos mundiales, cinco victorias scratch en los ISDE y una regularidad que asusta —“ganando al menos un día en cada GP desde 2024”—, lejos de obsesionarse con los récords, Josep se centra en disfrutar y alargar al máximo su etapa en la élite. Seguir con la KTM 250 4T en 2026, perseguir el sueño de ganar los Seis Días con España, jugar la carta del SuperEnduro e incluso tantear algún día el Dakar están en su radar. Eso sí, siempre fiel al plan: seguir disfrutando, de naranja, salir cada fin de semana a por la victoria y hacer honor a la camiseta de celebración que lucieron sus amigos en el GP de Alemania: “un piloto de otro planeta”.
Enduro21: Enhorabuena, Josep. Lo has vuelto a hacer ¡Campeón del Mundo de EnduroGP y E1 por segundo año consecutivo! Un logro al alcance de muy pocos.
Josep García: “Hasta el año pasado, el título de EnduroGP siempre se me había resistido. Estuve muy cerca varias veces, liderando el campeonato, pero a mitad de temporada siempre llegaba alguna lesión que lo truncaba. Había conseguido ganar en mi categoría, incluso en condiciones complicadas, volviendo de lesiones… pero me faltaba ese título absoluto de EnduroGP.

En 2024, por fin, me quité esa espina. Volver a ganarlo ha sido increíble. Y lo cierto es que estoy en un momento muy bueno, tanto en lo deportivo como en lo personal. Soy muy feliz con mi mujer y mi hija, y eso también se refleja en cómo estoy disfrutando cada día, dentro y fuera de la moto.”
¿Estás en un momento dulce de tu carrera deportiva?
“Sí, creo que con la 250 con la que compito desde 2024 hemos dado con puntos clave. También adapté mi estilo de pilotaje. Al final, la experiencia siempre te hace evolucionar, y se aprende más de los momentos difíciles que de los buenos. Ahora siento que he encontrado un equilibrio muy sólido sobre la moto: puedo seguir siendo rápido y espectacular, pero con un plus de seguridad.”
Da la sensación de que has cambiado el chip, ¿gestionas mejor las carreras y dosificas más el esfuerzo sabiendo que cada GP son dos días de carrera?
“Como decía, las malas experiencias te hacen aprender. Es verdad que a veces bajar la guardia puede costarte caro, como me pasó este año en Italia. Pero al final, ganar es ganar, da igual si es por un segundo o por un minuto. Lo importante es ir carrera a carrera. Siempre doy el 100% y voy al límite para ganar, pero si en algún momento puedes gestionar una ventaja, eso es como la guinda del pastel.”
Aunque pueda parecerlo, esta temporada no ha sido fácil con la lesión antes del Mundial y caídas duras en Oliana y Darfo…
“Cierto, no ha sido un año nada fácil. He tenido lesiones, aunque no me gusta repetirlo demasiado, porque al final soy yo quien va encima de la moto y si me equivoco, la responsabilidad es mía. Aun así, diría que han sido más fruto de la mala suerte que de rodar al límite y tener caídas fuertes.

Ha sido una temporada en la que ha pesado más la cabeza, la familia y la gente que me rodea que el físico o el gas que pudiera dar. Salir de cada bache no ha sido fácil, y por eso estoy muy orgulloso de todo lo que he conseguido este año.”
Ya acumulas 7 títulos mundiales, ¿en cuántos más piensas?
“La verdad es que no soy del todo consciente. Cuando me paro a pensarlo, sí, impresiona, pero no es algo que tenga presente cada día. Al final, estoy haciendo lo que más me gusta, lo disfruto, y no tengo la obsesión de superar a nadie.
Mi objetivo es seguir dando el máximo y mantenerme todos los años posibles al más alto nivel. Y los títulos que vengan, bienvenidos sean. Está claro que quiero seguir luchando por más, eso al cien por cien.”
Lesiones y contratiempos aparte, siempre estás en el podio. ¿Cuál es el secreto para mantener esa regularidad?
“Si analizamos desde 2024, he ganado al menos una jornada en cada Gran Premio —también contando los de 2025—. ¿Y eso qué significa? Que tanto la moto como yo estamos a un nivel altísimo.
Mucha gente dice que solo soy rápido en terrenos agresivos, pero creo que estoy demostrando que no es así. He ganado días de carrera en todo tipo de condiciones, lo que confirma que la moto está muy bien puesta a punto y que me adapto a cualquier terreno. Eso me motiva muchísimo y me da una enorme fuerza mental.”
Una más filosófica: ¿cuál es tu relación con la victoria? Desde fuera, parece que solo existe ganar y ser el más rápido.
“Diría que el año pasado y este he cambiado un poco la mentalidad. He hecho segundos, terceros… y eso también tiene mucho mérito. Hay que saber estar contento, porque no siempre se puede ganar. Esto es un Mundial, y aquí están los mejores del planeta.

Está claro que mi objetivo es ganar, y justo al terminar una carrera, si no lo consigo, no estoy del todo satisfecho. Pero también valoro un buen segundo puesto, sumar puntos importantes y pensar en la siguiente.
Creo que esa es la mentalidad que te permite ganar títulos, pero sin perder nunca el instinto de ‘matador’, de querer ganar siempre. Esa es la clave.”
Cuéntanos cómo es tu entorno durante la temporada: el equipo KTM, tu preparador físico, Kevin, Rafa, Helga, tu hija Cèlia… ¿Cómo influye positivamente todo ese círculo cercano en tu rendimiento dentro y fuera de la pista?
“Creo que tengo uno de los mejores entornos posibles, tanto a nivel profesional como personal. El Red Bull KTM Factory Racing es un equipo top del Mundial, y la moto también está a la altura.
Luego está el equipo que he formado por mi cuenta: Iván Pueyo, mi mecánico, que es amigo mío desde que teníamos 13 o 14 años. En su día, nadie apostaba por nosotros, pero decidí confiar en él, en nuestro tándem… y aquí estamos: él como mecánico principal de un equipo oficial como KTM, y ganando Mundiales.

Y por supuesto, mis amigos, mi tío Rafa, Kevin, mi entrenador francés Toff cuando viene a las carreras… He creado un grupo de trabajo con el que, si damos el 100%, siempre estamos en la lucha por la victoria.
A nivel personal, con Helga y mi hija Cèlia, fuera de las carreras desconecto por completo, y eso me ayuda mucho a mantener la motivación y las ganas de seguir. Creo que la clave está en tener un buen entorno en todos los sentidos.”
Este año, tras la lesión de clavícula, dejaste de lado el Nacional para centrarte en el Mundial. ¿Te costó tomar esa decisión, teniendo en cuenta que llegaste a plantearte correr en Pantón solo una semana después de operarte?
“Sí, no fue una decisión fácil. Los pilotos somos así: tenemos hambre y queremos volver a la moto cuanto antes. Seis días después de la operación ya estaba encima de mi KTM, probándome. Pero una llamada del doctor Xavier Mir me hizo frenar. Me dijo que, si pasaba algo, podían ser cuatro meses de baja… y tirar por la borda todo el año: Mundial, Seis Días... todo.
Hablé con el equipo y también con un buen amigo que ha pasado por situaciones parecidas. Me aconsejó que descansara, que lo importante era llegar bien al Mundial. Y así fue. Nunca se sabe, pero está claro que fue la decisión acertada: hemos cumplido todos los otros objetivos.”
Lo tuyo en los ISDE parece de otro planeta: cinco victorias scratch. ¿Qué tienen los Seis Días que te motivan tantísimo cada año?
“Desde pequeño, los Seis Días siempre me han impresionado. Es una carrera que me encanta y que afronto con muchísima motivación, porque para mí es uno de los grandes eventos del enduro, una prueba histórica. Poder ver tu nombre allí como ganador absoluto es algo increíble.

Me falta cumplir un sueño: ver nuestro nombre —el de España, el mío y el de mis compañeros— como ganadores del Trofeo. Seguiré luchando hasta el final para conseguirlo algún año.”
En clave 2026… ¿seguirás con la misma moto o tienes en mente algún cambio?
“El 2026 ya está decidido desde hace tiempo: seguiré con la KTM 250 4T. Estoy muy motivado, estamos haciendo pruebas para mejorar algunos detalles, pero la verdad es que la moto que tengo ahora mismo me encanta.”
¡Debutarás en el Mundial de SuperEnduro!
“Sí, estaré en la primera prueba. Me apetece mucho vivir la experiencia de correr en un estadio y, si va bien, por qué no plantearme hacer todo el campeonato en el futuro. Muchos pilotos aprovechan el invierno para descansar, yo también lo necesito… pero me encanta montar en moto y sigo con muchas ganas.”

A punto de cumplir 29, tu nombre suena para el Dakar… ¿cuándo sería el momento ideal para dar el salto a los rally-raids?
“Sí, bueno… He probado una moto de rally, pero fue en un circuito de motocross, nada que ver. En el rally lo clave es la navegación, y eso no se aprende de la noche a la mañana. Hay muchos factores a tener en cuenta.
Nunca he cerrado la puerta. Me gustaría probarlo, claro. Pero si algún día me veis en una moto del Dakar, será porque me lo estoy pasando bien, me siento competitivo y he aprendido a navegar bien. Si llega ese momento, luchar por un Dakar también sería un sueño muy grande para mí.”
Desde niño soñabas con ser piloto del Red Bull KTM… ¿te imaginas algún día defendiendo otros colores que no sean el naranja?
“Sí, mi sueño de siempre era estar en el equipo oficial de Red Bull KTM, y ya llevo 10 años con ellos. ¿Quién me lo hubiera dicho? Es un sueño hecho realidad, también a nivel personal y familiar. Mis padres, cuando lo piensan, seguro que alucinan… ¡y yo mismo todavía lo hago!
Me queda un año más de contrato con KTM y estoy muy bien. El equipo Farioli es como mi familia: llevo con ellos toda mi carrera desde que tenía 19 años.

Nunca se sabe lo que puede pasar, y siempre estoy dispuesto a escuchar. Creo que es importante no cerrar ninguna puerta. Pero ahora mismo estoy centrado al 100% en KTM, en defender sus colores y mis títulos… y ya veremos qué viene después.”
Tienes muy buena relación con Marc y Álex Márquez. Ahora que están en Ducati y suena que preparan una moto de enduro… ¿no te han tentado, aunque sea en broma, para que te vistas de rojo?
“Somos amigos y ahora están en Ducati. La verdad es que hace tiempo que no coincidimos. Entre su campeonato, el mío y que viven en Madrid, no es fácil. Todavía no me han dicho nada, pero a ver si este invierno, cuando vuelvan por aquí [N. del R: Cervera] y si salimos a hacer algo en moto, me sueltan algún comentario (risas). ¡De momento, nada!”
Fotos: Future7Media





















