Este grave accidente tuvo lugar en el norte de España y pudo ser fatal para Taddy Blazusiak, después de que alguien colocara deliberadamente un alambre de espinos en un sendero, a modo de trampa, que acabó causándole profundas heridas en la cara. Lamentablemente no se trata de un caso aislado, lo que desde la comunidad de enduro nos lleva a plantear preguntas serias y medidas urgentes.

Los peligros en el sendero ya son suficientes sin la intervención humana. Como Taddy Blazusiak descubrió de manera espantosa esta semana, algunas personas están dispuestas a poner trampas letales para mantenernos fuera de los senderos.

Un hoyo excavado, un árbol o rama atravesados en medio del camino ya son trampas suficientemente peligrosas, pero algunos llevan su caza contra las motos de enduro a límites inimaginables colocando cables, alambres de espinos o ristras de clavos en los senderos. Lo peor es cuando estos cables se sitúan a la altura de la cabeza del piloto. Es un acto deliberado y criminal.

No necesitamos describir por qué esta es una táctica tan horrenda, pero, como demuestra Taddy, un cable fino en medio de una pista es invisible y no te das cuenta de su presencia hasta que es demasiado tarde.

La persona (por llamarlo así) que coloca esta trampa a la altura de un piloto en moto lo hace a sabiendas perfectamente del daño que puede causar. Es un intento de disuadir a quienes van en moto (y también en bici), aunque de una forma potencialmente letal y, en muchas partes del mundo, esto constituye un grave delito.

El caso de Taddy es un ejemplo más, muy gráfico, de la caza a la que estamos sometidos los que practicamos enduro y hasta donde pueden llegar ciertas prácticas de quienes quieren detener a alguien en un sendero, en este caso en el norte de España. Aunque se han dado casos parecidos en otras zonas. Como él mismo dice, si el cable lo hubiera alcanzado unos centímetros más abajo, a la altura del cuello, el resultado podría haber sido nefasto.

Desgraciadamente, hace tiempo que se suceden casos similares, aunque lo más desconcertante de este en particular es que Taddy estaba montando su Stark Varg, una moto eléctrica que no hace ruido, algo que muchos detractores utilizan como argumento contra los vehículosoff-road, ya sea con o sin motor.

No es un caso aislado y no sólo pasa en España

Lamentablemente, como ya hemos dicho, no es un caso aislado de España, y muchas personas reconocen esta y otras prácticas parecidas para impedir que montemos en moto en diversos países.

Los argumentos en contra de la moto de enduro son obvios y recurrentes: el ruido, la velocidad y conducción peligrosa en algunos casos, la destrucción de hábitats naturales, etc… Y aunque todas estas objeciones quizás sean válidas, también lo son el derecho de la ciudadanía a participar en actividades recreativas al aire libre como el ciclismo de montaña, la equitación, el senderismo y, ¿por qué no?, también del enduro.

Donde estas actividades coexisten de manera respetuosa, está claro que podemos convivir. En algunas partes del mundo, las redes de senderos designados favorecen a un grupo u otro, pero, lo más importante, es que permiten que todos disfruten de su actividad.

En otros lugares con menos restricciones, las personas cohabitan sin problemas, se tienen en cuenta y se cuidan entre ellos, o al menos saben que zonas usan unos y otros, y los evitan o se agrupan.

La comunidad del enduro un ejemplo de solidaridad tras la Dana

De hecho, todos tenemos en mente recientemente la ayuda que la comunidad del enduro ha prestado en zonas y pueblos de Valencia afectados por las riadas de hace dos semanas, siendo los primeros en repartir palas, alimentos o cualquier otro material necesario y echar una mano sin dudarlo en zonas de difícil acceso o aisladas por el desastre de la Dana. 

Un caso que se podría extrapolar a otros desastres como incendios, pero parece que todavía hay quien sufre una aversión enfermiza hacia los endureros y vive obcecado en mantenernos alejados a toda costa de los senderos e incluso acabar con nosotros.

Montar en moto de enduro se está volviendo cada vez más difícil

Es innegable que cada vez es más difícil salir a montar con nuestras motos de enduro. En todo el mundo, el acceso a los senderos es más restrictivo, y la simple verdad es que cada vez hay menos lugares para montar fuera de eventos organizados.

Este artículo no está escrito para ser sensacionalista ni para aprovechar la desafortunada lesión de Taddy. Más bien, busca mostrar que debe haber solidaridad entre los motociclistas y, de hecho, todos los usuarios todoterreno, porque esto fácilmente podría haberle ocurrido a cualquier ciclista de montaña, runner o persona a caballo.

Independientemente de lo que pienses sobre los excursionistas, los ciclistas, la gente que va a caballo o las motos, también las eléctricas, y Taddy seguramente sabe cómo ninguno cómo las perciben desde que firmó con Stark Future Racing, esto debería recalcar que todos estamos en el mismo bando, ¿o no es así? Todos queremos disfrutar de los deportes de montaña y, en realidad, creemos que hay lugar para todos. 

Hace unos años, pilotos como Nani Roma, Iván Cervantes, Javier García Vico y Adam Raga unieron sus  fuerzas en la campaña ‘No somos delincuentes, somos deportistas’ para reivindicar la práctica de disciplinas off-road, donde por cierto contamos con campeones del mundo en todas y cada una de ellas… No estaría mal recuperarla viendo como están yendo las cosas. 

 

Recupérate pronto, Taddy, y nos vemos en las carreras.